/ viernes 8 de marzo de 2019

A propósito |El respeto al derecho ajeno

Ante la avalancha de críticas surgidas de las entidades federativas en contra del presidente López Obrador por la sospecha de ser él quien promueve el montaje de los abucheos del morenismo en contra de los gobernadores y gobernadora de los diversos Estados, éste se ha visto obligado a declarar algo que nadie le cree.

Su posicionamiento de arengar a las multitudes haciendo la faramalla de reconvenir su comportamiento tan poco respetuoso hacia los gobernantes, no se lo cree ni el más ingenuo de los chamacos.

Sus superdelegados, –ahora se sabe–, son los promotores de los abucheos y rechiflas que los seguidores de AMLO llevan a cabo en contra de los gobernantes locales. Son ya 16 entidades federativas que se han visto agraviadas por esta perversa y malsana práctica política.

El revanchismo y la venganza no deben ser protocolo político de las visitas presidenciales pues deteriora la imagen del mismo Presidente, de su partido Morena, de los gobernadores, y de la población en general.

El Presidente debe guardar la compostura y el respeto que merecen los demás para que en ese sentido se le respete a él. Su partido queda en entredicho al prestarse a ese gran circo montado. Y aquellos que no votaron por AMLO, se molestan porque agravian a su gobernadora, esto es, en el caso de Sonora.

Someter el Presidente a votación, a mano levantada de los asistentes, si deben dejar hablar a un gobernador, o si quieren o no a éste, es una actitud no sólo increíble sino pueril.

Ante el rechazo popular de las entidades federativas, AMLO ha dicho que puede prescindir de las multitudes y visitar en privado a los gobernadores y gobernadora, y pactar con ellos lo necesario.

Qué absurdo tan mayúsculo que los gobernadores no estén presentes ante su propio pueblo que gobiernan. Entonces sí, serán el hazmerreír de todos. Con esta decisión, el Presidente les restaría autoridad de inmediato. Quizá esta sea la intención, finalmente.

Estos arrebatos políticos jamás se habían visto en México y menos provenientes de la esfera presidencial, por lo que es inadmisible que después de que dieciséis estados de la República estén siendo sujetos a tal golpeteo político por parte de las hordas morenistas, los gobernadores estén respondiendo de manera por demás tímida y tibia.

Los gobernadores a través de la Conago deben adoptar un posicionamiento serio en este sentido, porque de no hacerlo, el golpeteo continuará, debilitando a las instituciones locales, sin que nadie se atreva a plantarle cara al propio presidente, salvo el de Colima.

La desunión de los mexicanos no es, por ningún motivo, bueno para nadie. Se requiere la reconciliación, pero no como discurso demagógico sino de a de veras. Una reconciliación que nos obligue a respetarnos entre todos.

O usted, ¿qué opina amable lector?

El autor es abogado postulante por la UNAM, ha sido catedrático universitario en varios estados y articulista en diversos periódicos del país.

Teléfono (6621) 57.7114 celular

Correo: primalex2010@hotmail.com

Ante la avalancha de críticas surgidas de las entidades federativas en contra del presidente López Obrador por la sospecha de ser él quien promueve el montaje de los abucheos del morenismo en contra de los gobernadores y gobernadora de los diversos Estados, éste se ha visto obligado a declarar algo que nadie le cree.

Su posicionamiento de arengar a las multitudes haciendo la faramalla de reconvenir su comportamiento tan poco respetuoso hacia los gobernantes, no se lo cree ni el más ingenuo de los chamacos.

Sus superdelegados, –ahora se sabe–, son los promotores de los abucheos y rechiflas que los seguidores de AMLO llevan a cabo en contra de los gobernantes locales. Son ya 16 entidades federativas que se han visto agraviadas por esta perversa y malsana práctica política.

El revanchismo y la venganza no deben ser protocolo político de las visitas presidenciales pues deteriora la imagen del mismo Presidente, de su partido Morena, de los gobernadores, y de la población en general.

El Presidente debe guardar la compostura y el respeto que merecen los demás para que en ese sentido se le respete a él. Su partido queda en entredicho al prestarse a ese gran circo montado. Y aquellos que no votaron por AMLO, se molestan porque agravian a su gobernadora, esto es, en el caso de Sonora.

Someter el Presidente a votación, a mano levantada de los asistentes, si deben dejar hablar a un gobernador, o si quieren o no a éste, es una actitud no sólo increíble sino pueril.

Ante el rechazo popular de las entidades federativas, AMLO ha dicho que puede prescindir de las multitudes y visitar en privado a los gobernadores y gobernadora, y pactar con ellos lo necesario.

Qué absurdo tan mayúsculo que los gobernadores no estén presentes ante su propio pueblo que gobiernan. Entonces sí, serán el hazmerreír de todos. Con esta decisión, el Presidente les restaría autoridad de inmediato. Quizá esta sea la intención, finalmente.

Estos arrebatos políticos jamás se habían visto en México y menos provenientes de la esfera presidencial, por lo que es inadmisible que después de que dieciséis estados de la República estén siendo sujetos a tal golpeteo político por parte de las hordas morenistas, los gobernadores estén respondiendo de manera por demás tímida y tibia.

Los gobernadores a través de la Conago deben adoptar un posicionamiento serio en este sentido, porque de no hacerlo, el golpeteo continuará, debilitando a las instituciones locales, sin que nadie se atreva a plantarle cara al propio presidente, salvo el de Colima.

La desunión de los mexicanos no es, por ningún motivo, bueno para nadie. Se requiere la reconciliación, pero no como discurso demagógico sino de a de veras. Una reconciliación que nos obligue a respetarnos entre todos.

O usted, ¿qué opina amable lector?

El autor es abogado postulante por la UNAM, ha sido catedrático universitario en varios estados y articulista en diversos periódicos del país.

Teléfono (6621) 57.7114 celular

Correo: primalex2010@hotmail.com