Primero entrena tu mentalidad y luego tu habilidad porque como piensas actúas.
En mis capacitaciones gerenciales siempre pongo a entrenar la humildad y la sabiduría a mis asistentes y les recuerdo que el puesto de gerencia sí es poderoso, pero también es frágil.
Cuando una persona en este puesto no está alineada con los estándares de la organización y afecta la moral de sus miembros es más fácil cambiar a esa persona, que cambiar a toda la organización. Y a unos de ustedes les puede sonar raro o incluso imposible, pero esto es común en diferentes industrias. Lo han visto a lo largo de la historia en directores de cine, en entrenadores de ligas mayores en diferentes deportes, lo han visto en CEOs de Fortune 500 companies.
Les menciono que todo gerente debe conocer la importancia del respeto porque la falta de, afecta la productividad, la calidad y el servicio al cliente.
Una de las cosas más importantes que practicamos es la tolerancia. Deben de aceptar que todas las personas tienen derecho a tener diferentes opiniones, y también en ciertas circunstancias tienen derecho a equivocarse. Y cuando ocurra una de estas situaciones un gerente jamás deberá entrar en discusiones subjetivas, nunca crea, fomenta o soporta chismes. Jamás habla con doble sentido o provoca acosos con los miembros de la organización o con clientes.
Y les recuerdo que detrás de las puertas cerradas deben de mantener el mismo comportamiento que es requerido en la puerta principal.
Ahora ¿Quieres saber si eres un pésimo líder?
Es muy fácil; si en tu organización pueden usar el viejo chiste de: “si habla el jefe, pregúntale quién es” entonces puedes estar seguro que entras en la categoría. Pero espera, aún hay más, sólo porque te conocen no significa que no seas un mal líder. Personalmente conozco a dueños y jefes que la única ocasión donde sus empleados los ven es cuando están regañando a alguien.
Si tú apareces en tu negocio ocasionalmente y sólo realizas estas acciones también podrías ser mejor jefe y tener un mejor negocio.
Uno de los problemas que ocasiona esto es obviamente el desinterés del negocio, de las personas que lo forman y un desinterés hacia sus clientes, pero un problema más específico es que utilizan el liderazgo Laissez faire y lo hacen incorrectamente.
Por un lado les dicen a sus tropas que hagan lo que quieran mientras les generen un resultado, entonces los dejan hacer lo que sea, pero cuando éstos realizan algo que no es del agrado del patrón o de un allegado a él, entonces es cuando los relámpagos retumban el suelo.
Entonces la lección de hoy es; no brindes responsabilidad sin autoridad y no entregues esto sin especificar escrupulosamente los procedimientos, la calidad requerida, los límites y tus claras expectativas. Porque si no haces esto afectarás la moral de la organización, destruirás la reputación de la empresa y últimamente reducirás la productividad. Toma responsabilidad porque si tus empleados fallan, tú fallaste al guiarlos incorrectamente.
Ahora unos de ustedes pueden pensar que pueden continuar como están y que les irá muy bien, y tal vez tengan razón, pero si no corriges y mejoras no serás lo que podrías ser haciendo las cosas correctas.
Si no sabes qué es necesario para mejorar, si no sabes cómo organizarte y diseñar un plan de mejora continua para llevar tu empresa al siguiente nivel, estudia, consulta a un mentor o contrata a uno, pero siempre practica esto y lograrás todas tus metas y sueños. Para prosperar es fundamental practicar la cooperación. Preocúpate porque es lo correcto y no por quién está en lo correcto.
Soy Luis Marino, entrenador de mejora continua y es un placer guiarte para mejorar tu desarrollo personal, muchas gracias por leer mi contenido. Les deseo un excelente fin de semana.
