/ viernes 14 de enero de 2022

Casos y cosas de la experiencia | A Gala

Con el frío de la mañana, el café humeante y las ideas que danzaban en mi mente, con el vaivén de las notas de la música de Hauser, recordé a una persona que inunda de gratitud mi existencia. Ella es una mujer sencilla, alegre, optimista y con una calidez extraordinaria, que ha estado muy cerca de mí desde hace muchos años. La he visto derrochar ternura y amor por sus sobrinos, de varias generaciones, a quienes les da muestras de paciencia, tolerancia y una disposición maravillosa. Además del interés genuino por los suyos, tiene una memoria prodigiosa sobre eventos personales y familiares. Es sigilosa, quieta, goza de ver partidos de futbol y beisbol por televisión; suele llevar registro de sus equipos favoritos en ambos deportes, también se emociona en cada evento deportivo, los goza y sufre. Cuando ha asistido a ver un partido de beisbol a un estadio, grita y motiva a su equipo preferido. En ocasiones que la he molestado al criticar a su equipo de futbol, y ella lo defiende con firmeza; es una fanática maravillosa. También le gusta copiar dibujos que le resultan atractivos para colorear, borda manteles con figuras de temas variados, y luego los comercia entre la gente que la conoce. Su inteligencia radica en su habilidad para charlar, es jocosa cuando se lo propone, guarda una inocencia que la envuelve y atrae a las personas sencillas que le muestran amor y amistad. Siempre está atenta a lo que le sucede a sus hermanos. Registra las fechas de eventos sobresalientes, y luego las comparte oportunamente. Es trabajadora, limpia y ordenada; en ocasiones expresa su molestia y enojo mediante el silencio o un desplante a modo de berrinche.

Cuando ciertas cosas la mueven de su centro, se torna nerviosa y lo demuestra rascándose fuertemente los brazos, al grado que puede lastimarse. Poco a poco ha aprendido a utilizar otros recursos para manejar su ansiedad, por ejemplo la caminata y la charla con sus hermanos o amistades.

Le fascinan las mascotas, en especial los perros, a los que les muestra con facilidad su cariño y cuidado. Su alegría y optimismo son contagiosos; ha formado un grupo de amistades que la acompañan, y ella les brinda su amor y cariño incondicional. Es fácil quererla, apreciarla y reconocerla como una compañía honesta y dispuesta a estar ahí donde la necesitas. Es una mujer libre y sencilla.

Agradezco su existencia en mi vida y, aunque no la veo con frecuencia, sé que está ahí y presente ante todo. Hace tiempo leí un texto sobre el valor de una hermana, y recuerdo que decía que contar con una es un regalo. Nuestras hermanas han sido compañeras de aventuras, amigas, confidentes y, algunas veces, nuestras impulsoras para realizar algo y también la peor pesadilla. Una buena hermana está ahí para apoyarnos, ayudarnos, sacudirnos y conducirnos a poner los pies en el suelo cuando volamos alto y sin dirección.

La relación entre hermanos es un vínculo especial, se crea desde el nacimiento y perdura por el resto de nuestras vidas. Es una experiencia significativa, pues da la oportunidad de aprender lecciones durante la convivencia.

Gala es una de esas personas que brinda una lección constante. Sus brazos han acunado a varios sobrinos(as), a quienes ha querido como si fueran sus hijos; les ha cantado, cuidado en su enfermedad y guiado en diversos momentos.

Celebro contar con una hermana como ella; tiene mi gratitud infinita. Si tienes una hermana, agradécelo.


Con el frío de la mañana, el café humeante y las ideas que danzaban en mi mente, con el vaivén de las notas de la música de Hauser, recordé a una persona que inunda de gratitud mi existencia. Ella es una mujer sencilla, alegre, optimista y con una calidez extraordinaria, que ha estado muy cerca de mí desde hace muchos años. La he visto derrochar ternura y amor por sus sobrinos, de varias generaciones, a quienes les da muestras de paciencia, tolerancia y una disposición maravillosa. Además del interés genuino por los suyos, tiene una memoria prodigiosa sobre eventos personales y familiares. Es sigilosa, quieta, goza de ver partidos de futbol y beisbol por televisión; suele llevar registro de sus equipos favoritos en ambos deportes, también se emociona en cada evento deportivo, los goza y sufre. Cuando ha asistido a ver un partido de beisbol a un estadio, grita y motiva a su equipo preferido. En ocasiones que la he molestado al criticar a su equipo de futbol, y ella lo defiende con firmeza; es una fanática maravillosa. También le gusta copiar dibujos que le resultan atractivos para colorear, borda manteles con figuras de temas variados, y luego los comercia entre la gente que la conoce. Su inteligencia radica en su habilidad para charlar, es jocosa cuando se lo propone, guarda una inocencia que la envuelve y atrae a las personas sencillas que le muestran amor y amistad. Siempre está atenta a lo que le sucede a sus hermanos. Registra las fechas de eventos sobresalientes, y luego las comparte oportunamente. Es trabajadora, limpia y ordenada; en ocasiones expresa su molestia y enojo mediante el silencio o un desplante a modo de berrinche.

Cuando ciertas cosas la mueven de su centro, se torna nerviosa y lo demuestra rascándose fuertemente los brazos, al grado que puede lastimarse. Poco a poco ha aprendido a utilizar otros recursos para manejar su ansiedad, por ejemplo la caminata y la charla con sus hermanos o amistades.

Le fascinan las mascotas, en especial los perros, a los que les muestra con facilidad su cariño y cuidado. Su alegría y optimismo son contagiosos; ha formado un grupo de amistades que la acompañan, y ella les brinda su amor y cariño incondicional. Es fácil quererla, apreciarla y reconocerla como una compañía honesta y dispuesta a estar ahí donde la necesitas. Es una mujer libre y sencilla.

Agradezco su existencia en mi vida y, aunque no la veo con frecuencia, sé que está ahí y presente ante todo. Hace tiempo leí un texto sobre el valor de una hermana, y recuerdo que decía que contar con una es un regalo. Nuestras hermanas han sido compañeras de aventuras, amigas, confidentes y, algunas veces, nuestras impulsoras para realizar algo y también la peor pesadilla. Una buena hermana está ahí para apoyarnos, ayudarnos, sacudirnos y conducirnos a poner los pies en el suelo cuando volamos alto y sin dirección.

La relación entre hermanos es un vínculo especial, se crea desde el nacimiento y perdura por el resto de nuestras vidas. Es una experiencia significativa, pues da la oportunidad de aprender lecciones durante la convivencia.

Gala es una de esas personas que brinda una lección constante. Sus brazos han acunado a varios sobrinos(as), a quienes ha querido como si fueran sus hijos; les ha cantado, cuidado en su enfermedad y guiado en diversos momentos.

Celebro contar con una hermana como ella; tiene mi gratitud infinita. Si tienes una hermana, agradécelo.