/ viernes 23 de febrero de 2024

Casos y cosas de la experiencia | El buen amor

El buen amor se construye a partir de la comunicación honesta, la libertad, confianza mutua y el respeto. Consiste en darle alas a la otra persona para que vuele muy alto, tras crear razones suficientes para que siempre desee volver a compartir el camino que han labrado juntos.

La noche se despedía silenciosamente, el sueño llegaba como fantasma, para sorprender a quienes me rodeaban. Busqué compañía, y apareció la música, el álbum completo Crystal Suite, de Steven Halpern, para inspirar la redacción del artículo semanal.

Cada pareja es única, tiene una historia particular cargada de experiencias llenas de momentos significativos. También tiene personalidad propia, deseos, estilos de comunicación y sueños por realizar. Aunado a ello está la presión social, familiar, económica, laboral y demás exigencias que la califican y orientan a cumplir las expectativas de los demás.

Las parejas que ingresan al consultorio poseen una combinación original y única, también tienen en contra todas la expectativas familiares y sociales. Por consiguiente, algunas se ajustan para cumplir dichas expectativas, porque necesitan aprobación, reconocimiento y valoración. Es decir, ser visibles para todos.

Al observar a la pareja se tiende a identificar o destacar sus defectos, que surgen con toda claridad. Lo negativo emerge fácilmente, y señalar lo positivo es más difícil. Al buscar problemas, los hallarás. Al respecto, Robert Weiss acuñó el término anulación de sentimientos negativos, para describir lo que sucede cuando los sentimientos negativos sobre una relación son tan fuertes y frecuentes, que anulan los sentimientos positivos de la pareja. Cuando todo se tiñe de gris, se ve a la pareja y sus acciones a través de un lente rayado u opaco, y lo positivo se pierde al no apreciarlo. La convivencia se va deteriorando cuando se centra más bien en lo negativo.

Te conviertes en un espía especializado al observar, clasificar y registrar todo lo que tu pareja hace mal. Tienes una habilidad extraordinaria para ello, y no se te escapa absolutamente nada. Esto te conduce a expresar o pensar que tu pareja no está a la altura de tus necesidades; está fallando en casi todo, y no le das el beneficio de la duda. Aquí el error es pensar que el otro conoce y sabe lo que necesitas, por ello no le expresas con claridad tus deseos o necesidades.

Abundan los ejemplos que ilustran esta situación. Es común escuchar expresiones como: “Es tan obvio que sabe lo que necesito, por qué tengo que decírselo. Sabes, hay ocasiones en que me atrevo a pedirle las cosas, pero no lo hace como yo lo quiero o necesito, por eso prefiero callar y alejarme. Tenemos tantos años compartiendo, que debiera adelantarse a lo que necesito”.

Una relación significativa requiere de una cultura que valore y valide las acciones que conduzcan a un crecimiento mutuo. Por ello, los invito a cambiar la configuración orientada a descubrir defectos, y orientarla a detectar las virtudes. Revisen la graduación de sus lentes, a lo mejor necesitan ajustes para ver lo mejor que posee cada uno, y que sirva para impulsar más cambios que contribuyan al bienestar de la pareja.

Mejor jueguen al espía, para buscar lo que la pareja hace bien, reconózcanlo y agradézcanlo. Es más, acuerden realizarlo ambos para obtener beneficios mutuos. Esta tarea otorgará refuerzos positivos y valoración de cada uno, y eso traerá el aire fresco que renueva a la pareja. De esta forma alejarán a los cuatro jinetes del apocalipsis de la pareja: la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y las evasivas.

Los invito a encontrar lo bueno que ha estado escondido, oculto o ignorado, para observarlo, valorarlo y validarlo. La gratitud es algo hermoso, bueno y significativo para la salud integral y para la relación de pareja. Recuerden, tienen la oportunidad de mejorar su desempeño con el apoyo del otro; reconozcan lo que hace bien, y háganle un cumplido sincero.


El buen amor se construye a partir de la comunicación honesta, la libertad, confianza mutua y el respeto. Consiste en darle alas a la otra persona para que vuele muy alto, tras crear razones suficientes para que siempre desee volver a compartir el camino que han labrado juntos.

La noche se despedía silenciosamente, el sueño llegaba como fantasma, para sorprender a quienes me rodeaban. Busqué compañía, y apareció la música, el álbum completo Crystal Suite, de Steven Halpern, para inspirar la redacción del artículo semanal.

Cada pareja es única, tiene una historia particular cargada de experiencias llenas de momentos significativos. También tiene personalidad propia, deseos, estilos de comunicación y sueños por realizar. Aunado a ello está la presión social, familiar, económica, laboral y demás exigencias que la califican y orientan a cumplir las expectativas de los demás.

Las parejas que ingresan al consultorio poseen una combinación original y única, también tienen en contra todas la expectativas familiares y sociales. Por consiguiente, algunas se ajustan para cumplir dichas expectativas, porque necesitan aprobación, reconocimiento y valoración. Es decir, ser visibles para todos.

Al observar a la pareja se tiende a identificar o destacar sus defectos, que surgen con toda claridad. Lo negativo emerge fácilmente, y señalar lo positivo es más difícil. Al buscar problemas, los hallarás. Al respecto, Robert Weiss acuñó el término anulación de sentimientos negativos, para describir lo que sucede cuando los sentimientos negativos sobre una relación son tan fuertes y frecuentes, que anulan los sentimientos positivos de la pareja. Cuando todo se tiñe de gris, se ve a la pareja y sus acciones a través de un lente rayado u opaco, y lo positivo se pierde al no apreciarlo. La convivencia se va deteriorando cuando se centra más bien en lo negativo.

Te conviertes en un espía especializado al observar, clasificar y registrar todo lo que tu pareja hace mal. Tienes una habilidad extraordinaria para ello, y no se te escapa absolutamente nada. Esto te conduce a expresar o pensar que tu pareja no está a la altura de tus necesidades; está fallando en casi todo, y no le das el beneficio de la duda. Aquí el error es pensar que el otro conoce y sabe lo que necesitas, por ello no le expresas con claridad tus deseos o necesidades.

Abundan los ejemplos que ilustran esta situación. Es común escuchar expresiones como: “Es tan obvio que sabe lo que necesito, por qué tengo que decírselo. Sabes, hay ocasiones en que me atrevo a pedirle las cosas, pero no lo hace como yo lo quiero o necesito, por eso prefiero callar y alejarme. Tenemos tantos años compartiendo, que debiera adelantarse a lo que necesito”.

Una relación significativa requiere de una cultura que valore y valide las acciones que conduzcan a un crecimiento mutuo. Por ello, los invito a cambiar la configuración orientada a descubrir defectos, y orientarla a detectar las virtudes. Revisen la graduación de sus lentes, a lo mejor necesitan ajustes para ver lo mejor que posee cada uno, y que sirva para impulsar más cambios que contribuyan al bienestar de la pareja.

Mejor jueguen al espía, para buscar lo que la pareja hace bien, reconózcanlo y agradézcanlo. Es más, acuerden realizarlo ambos para obtener beneficios mutuos. Esta tarea otorgará refuerzos positivos y valoración de cada uno, y eso traerá el aire fresco que renueva a la pareja. De esta forma alejarán a los cuatro jinetes del apocalipsis de la pareja: la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y las evasivas.

Los invito a encontrar lo bueno que ha estado escondido, oculto o ignorado, para observarlo, valorarlo y validarlo. La gratitud es algo hermoso, bueno y significativo para la salud integral y para la relación de pareja. Recuerden, tienen la oportunidad de mejorar su desempeño con el apoyo del otro; reconozcan lo que hace bien, y háganle un cumplido sincero.