/ martes 30 de abril de 2019

Casos y cosas de la experiencia | Entorno laboral

“La posibilidad de innovar siempre está ahí, si uno está dispuesto a reflexionar, a soltar las certidumbre de donde está parado y a preguntarse si quiere estar donde está”. (H. Maturana)

Asistí a una reunión de un grupo de asesores para compartir algunas ideas sobre lo que podríamos presentarles a empresarios locales, justo ahí surgieron temas de capital interés. Cabe destacar que existe una línea común sobre el quehacer del responsable de Gestión del personal en este siglo XXI.

El surgimiento de tecnologías innovadoras requiere que el personal tenga habilidades nuevas, por ello tenemos que desarrollar estrategias y tácticas acordes con esas necesidades y competencias laborales. La inteligencia artificial, la automatización y los robots “emocionales” capaces de leer sentimientos demandan habilidades nuevas y, por ende, una mentalidad renovada.

Los responsables de Gestión del Talento tendrán retos importantes en la tarea de atraer, desarrollar y retener al personal que necesitan. Además, es preciso cambiar el rol de víctima por otro activo en la transformación de mentalidad de la dirección de la empresa. Esto implica gestionar cambios ante ella, para que tome en cuenta al personal, y éste pueda involucrarse y compartir los objetivos y las metas requeridos por la productividad y competitividad de la organización. Su rol tendrá que ser más activo y propositivo para asegurar los resultados esperados.

La charla se fue tornando más dinámica; nos embargó el entusiasmo por revisar y detallar las estrategias y tácticas que llevaríamos a cabo para compartir nuestras inquietudes con los empresarios y responsables de la gestión del personal. Es gratificante contar con la energía y pasión por el quehacer profesional en torno al desarrollo del ser humano en el trabajo.

El futuro ya llegó, pero aún no está distribuido uniformemente, afirma William Gibson, esto implica que la tarea por realizar es ardua, para que las empresas se ajusten a los nuevos desafíos y enfrenten la competencia. Tendrán que trabajar en su ventaja competitiva, es decir, en su diferenciación y esto es posible gracias a la aportación del talento humano.

Además de estos retos se avecina una reforma laboral, que traerá consigo cambios y/o ajustes en la convivencia laboral. Por consiguiente, es necesario formar gente capaz de interactuar entre sí para obtener el talento de las personas y lograr los resultados esperados en la empresa.

El café se fue enfriando ante el apasionamiento de los involucrados en los temas emergentes; los comentarios expresados quedaron registrados, para definir el paso siguiente: establecer contacto con los clientes potenciales.

Entonces recordamos un estudio de Mercer 2019, el cual afirma: “Las organizaciones, atentas a los riesgos del capital humano relacionados con el cambio constante, se están dando cuenta de que la transformación centrada en las personas es la clave para transformar las ondas expansivas de la disrupción en destellos luminosos”.

En conclusión, en el entorno laboral habrá nuevos puestos de trabajo y, por ende, se tendrán que desarrollar otras habilidades. Por tanto, las empresas deberán crear las estrategias y tácticas para competir en el nuevo mundo de los negocios.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicoterapeuta.

“La posibilidad de innovar siempre está ahí, si uno está dispuesto a reflexionar, a soltar las certidumbre de donde está parado y a preguntarse si quiere estar donde está”. (H. Maturana)

Asistí a una reunión de un grupo de asesores para compartir algunas ideas sobre lo que podríamos presentarles a empresarios locales, justo ahí surgieron temas de capital interés. Cabe destacar que existe una línea común sobre el quehacer del responsable de Gestión del personal en este siglo XXI.

El surgimiento de tecnologías innovadoras requiere que el personal tenga habilidades nuevas, por ello tenemos que desarrollar estrategias y tácticas acordes con esas necesidades y competencias laborales. La inteligencia artificial, la automatización y los robots “emocionales” capaces de leer sentimientos demandan habilidades nuevas y, por ende, una mentalidad renovada.

Los responsables de Gestión del Talento tendrán retos importantes en la tarea de atraer, desarrollar y retener al personal que necesitan. Además, es preciso cambiar el rol de víctima por otro activo en la transformación de mentalidad de la dirección de la empresa. Esto implica gestionar cambios ante ella, para que tome en cuenta al personal, y éste pueda involucrarse y compartir los objetivos y las metas requeridos por la productividad y competitividad de la organización. Su rol tendrá que ser más activo y propositivo para asegurar los resultados esperados.

La charla se fue tornando más dinámica; nos embargó el entusiasmo por revisar y detallar las estrategias y tácticas que llevaríamos a cabo para compartir nuestras inquietudes con los empresarios y responsables de la gestión del personal. Es gratificante contar con la energía y pasión por el quehacer profesional en torno al desarrollo del ser humano en el trabajo.

El futuro ya llegó, pero aún no está distribuido uniformemente, afirma William Gibson, esto implica que la tarea por realizar es ardua, para que las empresas se ajusten a los nuevos desafíos y enfrenten la competencia. Tendrán que trabajar en su ventaja competitiva, es decir, en su diferenciación y esto es posible gracias a la aportación del talento humano.

Además de estos retos se avecina una reforma laboral, que traerá consigo cambios y/o ajustes en la convivencia laboral. Por consiguiente, es necesario formar gente capaz de interactuar entre sí para obtener el talento de las personas y lograr los resultados esperados en la empresa.

El café se fue enfriando ante el apasionamiento de los involucrados en los temas emergentes; los comentarios expresados quedaron registrados, para definir el paso siguiente: establecer contacto con los clientes potenciales.

Entonces recordamos un estudio de Mercer 2019, el cual afirma: “Las organizaciones, atentas a los riesgos del capital humano relacionados con el cambio constante, se están dando cuenta de que la transformación centrada en las personas es la clave para transformar las ondas expansivas de la disrupción en destellos luminosos”.

En conclusión, en el entorno laboral habrá nuevos puestos de trabajo y, por ende, se tendrán que desarrollar otras habilidades. Por tanto, las empresas deberán crear las estrategias y tácticas para competir en el nuevo mundo de los negocios.

Correo: ignacio.lovio@gmail.com

José Ignacio Lovio Arvizu. Psicoterapeuta.