/ viernes 28 de mayo de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Eres flor de lirio

Dícese que las azucenas o lirios florecen a partir de la primavera, pero es hasta el verano cuando alcanzan su mayor esplendor.

Hace unos años conocí a una mujer singular, fue en una experiencia académica. Ese encuentro se tradujo en una amistad entrañable hasta el día de hoy. Ella es directa, ubicada, educada, inteligente, alegre, única, cauta, elegante, de pensamiento ágil, está lista para zarpar de un sueño a otro y en ocasiones también es nostálgica.

La he visto como un lirio, agradable, sensible y con olor dulce. Compartimos los conocimientos y experiencias que nos hermanan por la profesión y por el afecto que nos une. Celebro su crecimiento y desarrollo en estos últimos años, gozo su presencia gentil y amena. También la acompaño en sus momentos difíciles, y admiro cómo utiliza sus múltiples recursos para salir adelante. Me conmueve su sensibilidad y disposición para asistir a los niños y consultantes que atiende cada día.

Soy testigo de cómo se esfuerza por crecer y desarrollarse personal y profesionalmente. La he acompañado en su trabajo y aprendo de ella, de su generosidad para entregarse a su misión personal y profesional. Agradezco infinitamente el espacio que me ha brindado en su familia, y el disfrute del café y la charla amena.

Sus detalles me llegan como un bálsamo de afecto y cariño sincero. Hace unos días compartió una canción que me conmovió hasta las lágrimas. Es hermoso contactar con ella, su pareja y con una amiga en común; es delicioso destinar el tiempo que pasamos charlando sobre diversos temas de interés. Por eso hoy le dedico este espacio, para agradecerle el encuentro maravilloso que nos fortalece cada día.

Su nombre conlleva un significado que se traduce en lirio y algunas características que la distinguen, como ser ordenada, estable, organizada, detallista, independiente, hábil para contactar con los demás, por lo tanto, es fácil amarla y admirarla. Por otro lado, ella es un ser agradable y afable que prodiga alegría, dulzura y bondad.

Puedo jactarme de ser su amigo, compañero de estudios y “compadre”. Compartí con ella y disfruté una etapa importante de su vida, cuando cursaba su primera maestría. En ese periodo vivió también un embarazo, hecho que sirvió para unirnos y compartir esa experiencia maravillosa. Desde entonces la llamo “comadrita”. Ahora somos cómplices del café, la lectura y de la convivencia familiar, y me siento afortunado por ello. Su esposo, el “compadrito” es un hombre amable, detallista y atento; aprecio a la pareja y disfruto el encuentro cada vez que coincidimos. Celebro esta amistad que nos une y cobija desde hace algunos años.

Ahora, comadrita, estás en el verano de tu vida, sé que alcanzarás tu esplendor máximo y lo disfrutaré ampliamente. Creo y confío en ti, no desistas, vivirás desafíos, pero saldrás victoriosa. Sortearás los vendavales con el cariño del compadrito, de tus hijos y de quienes te queremos y conectamos con facilidad.

Muchas gracias por permitirme ser parte de tu vida, tus logros, sueños y de las esperanzas que abrigas para ser una persona dulce, amable y responsable de tu quehacer personal y profesional.

Ahora recuerdo la canción Gracias por estar conmigo, que me compartiste recientemente, y de la cual parafraseo una parte, y te digo que estaré contigo, volaremos juntos por ese cielo lleno de estrellas, gozaré cada risa que nos colmará de felicidad. También disfrutaré cada sueño hecho realidad y te agradeceré por compartirme esos momentos de tu vida personal y familiar, tu paciencia, sinceridad y cariño. Por rescatarnos de la soledad. Estaré conmigo, que así sea, Dulce Azucena.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo

Dícese que las azucenas o lirios florecen a partir de la primavera, pero es hasta el verano cuando alcanzan su mayor esplendor.

Hace unos años conocí a una mujer singular, fue en una experiencia académica. Ese encuentro se tradujo en una amistad entrañable hasta el día de hoy. Ella es directa, ubicada, educada, inteligente, alegre, única, cauta, elegante, de pensamiento ágil, está lista para zarpar de un sueño a otro y en ocasiones también es nostálgica.

La he visto como un lirio, agradable, sensible y con olor dulce. Compartimos los conocimientos y experiencias que nos hermanan por la profesión y por el afecto que nos une. Celebro su crecimiento y desarrollo en estos últimos años, gozo su presencia gentil y amena. También la acompaño en sus momentos difíciles, y admiro cómo utiliza sus múltiples recursos para salir adelante. Me conmueve su sensibilidad y disposición para asistir a los niños y consultantes que atiende cada día.

Soy testigo de cómo se esfuerza por crecer y desarrollarse personal y profesionalmente. La he acompañado en su trabajo y aprendo de ella, de su generosidad para entregarse a su misión personal y profesional. Agradezco infinitamente el espacio que me ha brindado en su familia, y el disfrute del café y la charla amena.

Sus detalles me llegan como un bálsamo de afecto y cariño sincero. Hace unos días compartió una canción que me conmovió hasta las lágrimas. Es hermoso contactar con ella, su pareja y con una amiga en común; es delicioso destinar el tiempo que pasamos charlando sobre diversos temas de interés. Por eso hoy le dedico este espacio, para agradecerle el encuentro maravilloso que nos fortalece cada día.

Su nombre conlleva un significado que se traduce en lirio y algunas características que la distinguen, como ser ordenada, estable, organizada, detallista, independiente, hábil para contactar con los demás, por lo tanto, es fácil amarla y admirarla. Por otro lado, ella es un ser agradable y afable que prodiga alegría, dulzura y bondad.

Puedo jactarme de ser su amigo, compañero de estudios y “compadre”. Compartí con ella y disfruté una etapa importante de su vida, cuando cursaba su primera maestría. En ese periodo vivió también un embarazo, hecho que sirvió para unirnos y compartir esa experiencia maravillosa. Desde entonces la llamo “comadrita”. Ahora somos cómplices del café, la lectura y de la convivencia familiar, y me siento afortunado por ello. Su esposo, el “compadrito” es un hombre amable, detallista y atento; aprecio a la pareja y disfruto el encuentro cada vez que coincidimos. Celebro esta amistad que nos une y cobija desde hace algunos años.

Ahora, comadrita, estás en el verano de tu vida, sé que alcanzarás tu esplendor máximo y lo disfrutaré ampliamente. Creo y confío en ti, no desistas, vivirás desafíos, pero saldrás victoriosa. Sortearás los vendavales con el cariño del compadrito, de tus hijos y de quienes te queremos y conectamos con facilidad.

Muchas gracias por permitirme ser parte de tu vida, tus logros, sueños y de las esperanzas que abrigas para ser una persona dulce, amable y responsable de tu quehacer personal y profesional.

Ahora recuerdo la canción Gracias por estar conmigo, que me compartiste recientemente, y de la cual parafraseo una parte, y te digo que estaré contigo, volaremos juntos por ese cielo lleno de estrellas, gozaré cada risa que nos colmará de felicidad. También disfrutaré cada sueño hecho realidad y te agradeceré por compartirme esos momentos de tu vida personal y familiar, tu paciencia, sinceridad y cariño. Por rescatarnos de la soledad. Estaré conmigo, que así sea, Dulce Azucena.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo