“Quiero que sepas una cosa.
Tú sabes cómo es esto: si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana, si toco junto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti, como si todo lo que existe,..”
(Pablo Neruda)
Cada día es una oportunidad de estar en contacto conmigo y con el mundo que me rodea. Por ejemplo, disfruto la música que me inspira a meditar y agradecer lo que recibo y poseo. Otra actividad significativa es caminar, en ello encuentro motivos para disfrutar el saludo de las personas que pasan a mi lado; la observación de detalles, que percibo y puedo gozar, como los rayos del sol al amanecer, los árboles que se preparan para florecer, las plantas que embellecen las casas, el olor a tierra mojada por el rocío, el correr de los automóviles, los establecimientos comerciales y la gente que transita hacia su trabajo. Disfruto esta caminata, que cada día es diferente porque tiene sentido encontrarme con mi entorno.
Cuando organizo mis pensamientos o los dejo volar, hacia donde el viento los lleve, encuentro motivos para agradecer mi existencia. Vivo con intensidad el presente, paso a paso, gozo el encuentro con los detalles simples de la vida. Esto me conduce a compartir el encuentro con ella, que llegó a casa acompañada de María del Pilar. Fue un momento grato sentir su presencia, observarla con detalle me inspiró para escribir la experiencia; de inmediato registré la calidez, ternura y el cuidado que demanda. Su belleza y frescura fueron un estímulo para realizar respiraciones conscientes y procedí a agradecer ese encuentro. María del Pilar me preguntó cómo la llamaría, Melanie le respondí.
Quedé encantado con el regalo; una planta que requiere de mis cuidados y sobre todo de mi atención y amor. Luego pregunté sobre lo necesario para mantenerla con vida, y las recomendaciones fueron colocarla en un lugar muy soleado, y regarla frecuentemente durante el crecimiento, una o dos veces por semana, para dejar que el sustrato se seque entre un riego y otro.
La planta es un ejemplar exquisito, con hojas carnosas y brillantes; crece como un pequeño arbusto. Estos detalles me indican que tendremos la oportunidad de conocernos, atendernos y cuidarnos; así podré establecer una conexión con ella. Ya estoy atento a sus cuidados y es un gusto compartirles esta vivencia. De igual forma me interesa cuidar y promover el afecto entre mis compañeros y amigos del camino. Es preciso proporcionar los cuidados necesarios para que crezcan la amistad y el compañerismo y se fortalezcan los vínculos entre nosotros.
Las personas, como las plantas, reflejan su belleza, emociones, sentimientos y agradecimiento. En ocasiones utilizamos a las plantas para expresar lo que sentimos, pensamos y creemos; es una vía regia para comunicar todo lo que nos conduce a relacionarnos con los demás.
En el plano espiritual, nos transmiten energías supremas, es decir elevadas, que no son de este mundo. Por consiguiente, colocar flores en los ambientes resulta beneficioso porque permiten que el espacio sea más armónico y esté equilibrado provocando que nos sintamos bien.
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Llega la primavera, y ella trae transformaciones ambientales, que influyen directamente en nuestra salud y favorecen el buen humor. Disfruta lo que trae esta nueva estación. Préstale atención a tu cuerpo y sus dimensiones física, emocional, social, espiritual y mental.
Ejercítate y verás los beneficios que traerá a tu existir.
Buen fin de semana… Conesperanza-21.
#contagiabuenavibra
