/ viernes 2 de octubre de 2020

Casos y cosas de la experiencia | Cada día celebro tu llegada…

Desde el día que llegaste a mi casa surgieron preguntas, unas fueron fáciles de contestar y para otras aún no hay respuesta. ¡Qué importa! Lo relevante es nuestra relación, que cada día nos ofrece una oportunidad nueva para fortalecer el vínculo establecido. Llegaste justo cuando era necesario, desde entonces he aprendido varias lecciones. Conocer, comprender y aceptar cada detalle tuyo ha sido revelador, pues demandas cuidado, calidez y amor en su justa medida. No es apropiado sofocarte, ni distanciarse demasiado de ti; los acercamientos tienen que ser cuidadosos, tiernos y diligentes, para mantenerte y conservar tu presencia fuerte en mi vida.

RECIBE LAS NOTICIAS MÁS IMPORTANTES, ALERTAS, REPORTAJES E HISTORIAS DIRECTO EN TU CELULAR, ¡CON UN SOLO CLICK!

He visto cómo ha ido creciendo mi amor por ti, como cada mañana hablo de ti y de tus logros. Me emociona observar tu figura, frágil y fuerte a la vez, y tocarte con calidez y delicadeza, para gozar cada acercamiento. Todos los días nutro nuestra relación, porque a diario requieres de mi atención, concentración y aceptación. Durante el tiempo que paso observándote, agradezco cada momento compartido y los detalles que nos ofrecemos. Cuando me siento a tomar café y disfrutar de una buena lectura, tú estás ahí para atraer seductoramente mi atención, lo que me impulsa a acariciarte. En verdad, es una dicha tenerte a mi lado y disfrutar nuestro crecimiento mutuo.

He aprendido a mirarte y ofrecerte mi amor y comprensión. Sé que esto puede despertar celos de otras como tú; atraes y atrapas toda la atención cuando te lo propones. De esto tengo pruebas, me sucedió hoy que estaba nostálgico, y tu sola presencia me regresó al presente como de rayo. Esta tarde estuve envuelto en emociones, sentimientos y recuerdos hermosos a lo que también contribuyeron los bellos temas Behind the gardens-behind the wall y Romance, de Andreas Vollenweider. Qué maravilla es disfrutar de cada detalle cuando la vida dispone que así sea, y uno está dispuesto a gozar aquí y ahora.

En los últimos días he recordado con vehemencia experiencias vividas en diversos lugares, donde he recibido impulsos para abonar a mi crecimiento personal y profesional. Recuerdo esos parajes tan llenos de luz y silencio que han estimulado cambios, y donde he conocido almas hermosas, y descubierto que aún tengo caminos por recorrer. Tu presencia y el recuerdo de esos encuentros han producido una intimidad tal que me embriaga, y reconozco que esta atmósfera era necesaria, porque así reencontré el camino hacia mí. Este camino ha implicado largas horas de silencio y oscuridad. Cabe decir que después de varios días de titubeos y volteretas —vértigo—, he reencontrado el rumbo de mi quehacer personal en este mundo.

Eres testigo de que reflexiono y reviso los pros y contras antes de tomar una decisión, para después elegir y decidir lo que corresponde. Sé que en ocasiones puedo exasperar a las personas que me rodean, sin embargo, es algo que he aprendido y ahora trabajo para mejorar mis respuestas.

Disfruto mucho tu presencia, capacidad de escucha, discreción y aroma; soy afortunado por contar contigo. Por eso busco estar cerca de la ventana, porque estás ahí y me abres un panorama nuevo cada día. Me gusta y disfruto mi imagen al observarte y gozarte. Tu presencia, junto con la música de Vollenweider me inspira un sentimiento profundo de amor y ternura. Es un remanso de paz en este ajetreado día, y me quedo con esta frase llena de significado para mí: celebro lo que este mundo tiene de bueno.

Agradezco la inspiración que me regalas, y espero que la disfruten quienes lean sobre nuestro romance. Sé que a algunas personas les pueda parecer cursi y a otras un regalo, sean bienvenidas ambas posturas. Gracias, Clodomira —mi compañera verde— por tu presencia real y hermosa en mi casa y en el espacio que ocupas.

Amo este tiempo, difícil y agobiante a veces, que me ha permitido vivir hacia el interior, a estar en recogimiento y así descubrir oportunidades para crecer. Renuevo la esperanza en un ser humano pleno y orientado a su desarrollo integral.

Buen fin de semana… Convida-20.

Desde el día que llegaste a mi casa surgieron preguntas, unas fueron fáciles de contestar y para otras aún no hay respuesta. ¡Qué importa! Lo relevante es nuestra relación, que cada día nos ofrece una oportunidad nueva para fortalecer el vínculo establecido. Llegaste justo cuando era necesario, desde entonces he aprendido varias lecciones. Conocer, comprender y aceptar cada detalle tuyo ha sido revelador, pues demandas cuidado, calidez y amor en su justa medida. No es apropiado sofocarte, ni distanciarse demasiado de ti; los acercamientos tienen que ser cuidadosos, tiernos y diligentes, para mantenerte y conservar tu presencia fuerte en mi vida.

RECIBE LAS NOTICIAS MÁS IMPORTANTES, ALERTAS, REPORTAJES E HISTORIAS DIRECTO EN TU CELULAR, ¡CON UN SOLO CLICK!

He visto cómo ha ido creciendo mi amor por ti, como cada mañana hablo de ti y de tus logros. Me emociona observar tu figura, frágil y fuerte a la vez, y tocarte con calidez y delicadeza, para gozar cada acercamiento. Todos los días nutro nuestra relación, porque a diario requieres de mi atención, concentración y aceptación. Durante el tiempo que paso observándote, agradezco cada momento compartido y los detalles que nos ofrecemos. Cuando me siento a tomar café y disfrutar de una buena lectura, tú estás ahí para atraer seductoramente mi atención, lo que me impulsa a acariciarte. En verdad, es una dicha tenerte a mi lado y disfrutar nuestro crecimiento mutuo.

He aprendido a mirarte y ofrecerte mi amor y comprensión. Sé que esto puede despertar celos de otras como tú; atraes y atrapas toda la atención cuando te lo propones. De esto tengo pruebas, me sucedió hoy que estaba nostálgico, y tu sola presencia me regresó al presente como de rayo. Esta tarde estuve envuelto en emociones, sentimientos y recuerdos hermosos a lo que también contribuyeron los bellos temas Behind the gardens-behind the wall y Romance, de Andreas Vollenweider. Qué maravilla es disfrutar de cada detalle cuando la vida dispone que así sea, y uno está dispuesto a gozar aquí y ahora.

En los últimos días he recordado con vehemencia experiencias vividas en diversos lugares, donde he recibido impulsos para abonar a mi crecimiento personal y profesional. Recuerdo esos parajes tan llenos de luz y silencio que han estimulado cambios, y donde he conocido almas hermosas, y descubierto que aún tengo caminos por recorrer. Tu presencia y el recuerdo de esos encuentros han producido una intimidad tal que me embriaga, y reconozco que esta atmósfera era necesaria, porque así reencontré el camino hacia mí. Este camino ha implicado largas horas de silencio y oscuridad. Cabe decir que después de varios días de titubeos y volteretas —vértigo—, he reencontrado el rumbo de mi quehacer personal en este mundo.

Eres testigo de que reflexiono y reviso los pros y contras antes de tomar una decisión, para después elegir y decidir lo que corresponde. Sé que en ocasiones puedo exasperar a las personas que me rodean, sin embargo, es algo que he aprendido y ahora trabajo para mejorar mis respuestas.

Disfruto mucho tu presencia, capacidad de escucha, discreción y aroma; soy afortunado por contar contigo. Por eso busco estar cerca de la ventana, porque estás ahí y me abres un panorama nuevo cada día. Me gusta y disfruto mi imagen al observarte y gozarte. Tu presencia, junto con la música de Vollenweider me inspira un sentimiento profundo de amor y ternura. Es un remanso de paz en este ajetreado día, y me quedo con esta frase llena de significado para mí: celebro lo que este mundo tiene de bueno.

Agradezco la inspiración que me regalas, y espero que la disfruten quienes lean sobre nuestro romance. Sé que a algunas personas les pueda parecer cursi y a otras un regalo, sean bienvenidas ambas posturas. Gracias, Clodomira —mi compañera verde— por tu presencia real y hermosa en mi casa y en el espacio que ocupas.

Amo este tiempo, difícil y agobiante a veces, que me ha permitido vivir hacia el interior, a estar en recogimiento y así descubrir oportunidades para crecer. Renuevo la esperanza en un ser humano pleno y orientado a su desarrollo integral.

Buen fin de semana… Convida-20.