/ viernes 22 de abril de 2022

Casos y cosas de la experiencia | Cicatrices del corazón

Dispuse el lugar de trabajo, la taza de café como compañía y la música como suave viento que acaricia el alma. Días antes, temas como el desamor, la traición, ruptura y despedida se hicieron patentes en la psicoterapia; es cuando aparecen las heridas y cicatrices del alma. Una cicatriz es un parche de piel permanente que crece sobre una herida. La Real Academia de la Lengua Española la define como “la señal que queda en los tejidos orgánicos después de curada una herida o llaga”. También como “la impresión que queda en el ánimo por algún sentimiento pasado”.

Esa impresión quedó en Antonio después de la ruptura con María Antonieta, una relación que pintaba maravillosa y que terminó en un profundo dolor para él. No podía creer lo que vivía; se negaba a aceptar lo sucedido y quería entender su error, y por qué no pudo evitar ese impacto. Ahora se encuentra en pleno duelo para aceptar y manejar la pérdida.

Sergei vivió algo impactante cuando se encontró con su pareja y otro personaje que formaba parte de Kellie; ella tenía dos amantes al mismo tiempo. Después de esa experiencia a él le quedó una herida y cicatriz en el alma. Fue difícil superar esto para los hombres involucrados, porque tras la partida de Kellie ellos se quedaron hablaron de lo sucedido; un proceso doloroso.

Eloísa también ha vivido experiencias lastimosas en eso del amor. Ella tuvo la oportunidad de compartir su vida amorosa con tres personas, y el resultado no fue favorable. Ahora se pregunta una y otra vez qué les sucede a los hombres, y qué le falta a ella o en qué ha fallado. Eloísa reúne un cúmulo de aptitudes, actitudes y atributos que atrae a los hombres.

Johnny “lucha” por encontrar a una pareja, que no llega. Se cuestiona sobre lo que le hace falta para resultar atractivo. Ha tenido experiencias efímeras y eso aumenta su enojo, frustración y desánimo. Por ello ha decidido iniciar su proceso psicoterapéutico.

Octavio llegó a consulta porque se siente mal después de que decidió terminar con su relación. La presión que su pareja ejercía sobre él lo puso contra la pared. Ella demandaba “mucha” vida social y familiar. Él trabaja de forma independiente, y necesita dedicarle tiempo a su negocio, y a otras actividades personales y familiares.

Cada historia descrita ha enfrentado el desamor, la duda, traición e infidelidad, entre otras cosas, que han provocado la ruptura con la pareja. Sufren tremendamente ese episodio de su vida; por fortuna cuentan con recursos emocionales para salir adelante. Estoy seguro de que en lo sucesivo sus relaciones no serán tóxicas, sino nutricias.

Las formas de integración han evolucionado, ahora existen nuevos retos para formar, fortalecer y mantener una relación que impulse a las personas hacia un crecimiento y desarrollo personal y de pareja. Seguirán enfrentando las expectativas, necesidades y carencias individuales, por consiguiente requieren de habilidades para comunicarse, escuchar, retroalimentar, ser asertivos, solucionar problemas y manejar sus conflictos. Ambos integrantes de una pareja necesitan tener claro lo que buscan en la relación, y confrontar sus expectativas con la realidad. Aquí cabe la expresión coloquial de que hay que bajarle dos rayitas a las demandas.

Existen diversos modelos de intervención para acompañar a las parejas en su proceso de crecimiento y desarrollo, algunas de las herramientas y técnicas que utilizamos impulsan cambios. No existe un manual infalible para solucionar problemas de pareja. Cada experiencia es única y, como profesionales, es preciso prepararnos para ofrecer el acompañamiento respectivo en cada caso.

Todas las parejas reúnen características, necesidades, carencias y puntos de apoyo para crecer. Por lo tanto, cada persona debe encontrar en su interior lo que requiere para abrirse a esa experiencia de amor y felicidad. Una relación de pareja plena implica el crecimiento y desarrollo personal de cada integrante. Por ello continuaré abordando el tema en otras publicaciones.

Ningún adiós es tan doloroso como aquel que decides partir por crecimiento para ambos.

Por un mundo de confianza y esperanza.


Dispuse el lugar de trabajo, la taza de café como compañía y la música como suave viento que acaricia el alma. Días antes, temas como el desamor, la traición, ruptura y despedida se hicieron patentes en la psicoterapia; es cuando aparecen las heridas y cicatrices del alma. Una cicatriz es un parche de piel permanente que crece sobre una herida. La Real Academia de la Lengua Española la define como “la señal que queda en los tejidos orgánicos después de curada una herida o llaga”. También como “la impresión que queda en el ánimo por algún sentimiento pasado”.

Esa impresión quedó en Antonio después de la ruptura con María Antonieta, una relación que pintaba maravillosa y que terminó en un profundo dolor para él. No podía creer lo que vivía; se negaba a aceptar lo sucedido y quería entender su error, y por qué no pudo evitar ese impacto. Ahora se encuentra en pleno duelo para aceptar y manejar la pérdida.

Sergei vivió algo impactante cuando se encontró con su pareja y otro personaje que formaba parte de Kellie; ella tenía dos amantes al mismo tiempo. Después de esa experiencia a él le quedó una herida y cicatriz en el alma. Fue difícil superar esto para los hombres involucrados, porque tras la partida de Kellie ellos se quedaron hablaron de lo sucedido; un proceso doloroso.

Eloísa también ha vivido experiencias lastimosas en eso del amor. Ella tuvo la oportunidad de compartir su vida amorosa con tres personas, y el resultado no fue favorable. Ahora se pregunta una y otra vez qué les sucede a los hombres, y qué le falta a ella o en qué ha fallado. Eloísa reúne un cúmulo de aptitudes, actitudes y atributos que atrae a los hombres.

Johnny “lucha” por encontrar a una pareja, que no llega. Se cuestiona sobre lo que le hace falta para resultar atractivo. Ha tenido experiencias efímeras y eso aumenta su enojo, frustración y desánimo. Por ello ha decidido iniciar su proceso psicoterapéutico.

Octavio llegó a consulta porque se siente mal después de que decidió terminar con su relación. La presión que su pareja ejercía sobre él lo puso contra la pared. Ella demandaba “mucha” vida social y familiar. Él trabaja de forma independiente, y necesita dedicarle tiempo a su negocio, y a otras actividades personales y familiares.

Cada historia descrita ha enfrentado el desamor, la duda, traición e infidelidad, entre otras cosas, que han provocado la ruptura con la pareja. Sufren tremendamente ese episodio de su vida; por fortuna cuentan con recursos emocionales para salir adelante. Estoy seguro de que en lo sucesivo sus relaciones no serán tóxicas, sino nutricias.

Las formas de integración han evolucionado, ahora existen nuevos retos para formar, fortalecer y mantener una relación que impulse a las personas hacia un crecimiento y desarrollo personal y de pareja. Seguirán enfrentando las expectativas, necesidades y carencias individuales, por consiguiente requieren de habilidades para comunicarse, escuchar, retroalimentar, ser asertivos, solucionar problemas y manejar sus conflictos. Ambos integrantes de una pareja necesitan tener claro lo que buscan en la relación, y confrontar sus expectativas con la realidad. Aquí cabe la expresión coloquial de que hay que bajarle dos rayitas a las demandas.

Existen diversos modelos de intervención para acompañar a las parejas en su proceso de crecimiento y desarrollo, algunas de las herramientas y técnicas que utilizamos impulsan cambios. No existe un manual infalible para solucionar problemas de pareja. Cada experiencia es única y, como profesionales, es preciso prepararnos para ofrecer el acompañamiento respectivo en cada caso.

Todas las parejas reúnen características, necesidades, carencias y puntos de apoyo para crecer. Por lo tanto, cada persona debe encontrar en su interior lo que requiere para abrirse a esa experiencia de amor y felicidad. Una relación de pareja plena implica el crecimiento y desarrollo personal de cada integrante. Por ello continuaré abordando el tema en otras publicaciones.

Ningún adiós es tan doloroso como aquel que decides partir por crecimiento para ambos.

Por un mundo de confianza y esperanza.