/ viernes 13 de mayo de 2022

Casos y cosas de la experiencia | Cosas escuchadas al vuelo

Es mejor escuchar más,
hablar lo necesario y adecuado:
José Ignacio Lovio Arvizu

En mi viaje más reciente estuve atento a las expresiones de las personas, mientras se preparaban para abordar el avión. Algunas permanecían absortas en su teléfono celular, y otras charlaban entre sí, aunque éstas fueron menos; ya que a todos nos envuelve la tecnología. También puse atención en las preguntas de los empleados de la aerolínea en el mostrador: ¿a dónde va; qué lleva en su mochila?

Al emprender un viaje preparamos la maleta con lo indispensable para la ocasión, sin embargo algunos llevamos demasiadas cosas que nos dificulta el desplazamiento. Viajar implica un ir y venir, vulnerabilidad y un poco de estrés por la urgencia de llegar al destino. En cada viaje tenemos un sinfín de vivencias que quedan registradas a través de sensaciones, emociones y sentimientos.

Cada viaje supone una actitud positiva, una mente abierta y el registro de aprendizajes. También incluye el disfrute del encuentro con otras personas y conocer las historias que nos cuentan; la percepción de olores y descubrir otros lugares. Además, nos da una oportunidad de adentrarnos en nuestro interior, convivir con otros y tomar conciencia de que el viaje concluirá, y que regresaremos al lugar de origen.

Lo descrito me remite al proceso psicoterapéutico, pues algunas personas lo viven como un viaje, acompañadas para alcanzar sus objetivos y metas. Con las preguntas, a dónde vas y qué llevas en tu mochila, empiezo a revisar su contenido, para identificar lo que nos corresponde y lo que necesitamos descartar, para continuar el viaje.

Hay quienes se acercan a la psicoterapia con plena conciencia de lo que necesitan y quieren para su viaje. Saben que este proceso tendrá altibajos porque, en ocasiones, implica dolor y dejar en el camino las cosas y experiencias que no les corresponden. También reconocerán los atributos y logros obtenidos en el caminar desde allá y entonces, hasta el aquí y ahora. Hay que soltar lo que no nos corresponde, por ejemplo los rencores y resentimientos representan exceso de equipaje, y al descartarlos viajaremos más ligeros.

Cada viaje es un reto, porque no sabemos lo que pueda ocurrir en el trayecto. Por ello, al regresar es preciso liberar nuestra mochila de lo que incorporamos, para trazar un viaje nuevo. Ahora te exhorto a hacerte estas preguntas: ¿cuál fue tu primer viaje; cuáles fueron tus aprendizajes; qué recuerdas; quiénes te acompañaban; qué fue lo mejor que viviste; qué aprendiste de esa experiencia; recuerdas el tamaño de la mochila que llevabas?

Todos los viajes requieren planeación, dinero, salud y compañía; ingredientes importantes para lograr nuestro objetivo y llegar a la meta. Por tanto, cuando pensamos en un viaje es pertinente reflexionar sobre el propósito. Porque en la sala de espera puede haber cambios que trastoquen nuestra salida.

¿Qué experimentaste en tu viaje más reciente? En mi caso, agradezco la oportunidad de reflexión, porque me permitió valorar todas las posibilidades de disfrutar de lo que no estaba planeado y sucedió. Gracias al retraso del vuelo pude apreciar mis reacciones y observar y escuchar las de quienes me rodeaban; había malestar, enojo, tranquilidad, expresiones de amor de las personas que viajaban juntas y de los responsables de despachar el avión en tiempo y forma.

El proceso psicoterapéutico es un viaje, con escalas, donde damos la bienvenida a los avances y también decidimos despedirnos de personas amadas. En este proceso, a través del cual nos acercamos y humanizamos, experimentamos el miedo, las cicatrices del alma, la tristeza, ansiedad, soledad, el enojo y amor.

En esta experiencia repetimos situaciones, o la vida nos las pone delante una y otra vez, hasta que aprendemos lo que tenemos que aprender. No estamos solos en el viaje, vamos acompañados y contamos con el otro. Si escuchamos con atribución, aprenderemos más de nosotros mismos y de los demás.

Por un mundo de confianza y esperanza.

Buen fin de semana… Confiando22 #contagiabuenavibra #yoaportoenpositivo

Es mejor escuchar más,
hablar lo necesario y adecuado:
José Ignacio Lovio Arvizu

En mi viaje más reciente estuve atento a las expresiones de las personas, mientras se preparaban para abordar el avión. Algunas permanecían absortas en su teléfono celular, y otras charlaban entre sí, aunque éstas fueron menos; ya que a todos nos envuelve la tecnología. También puse atención en las preguntas de los empleados de la aerolínea en el mostrador: ¿a dónde va; qué lleva en su mochila?

Al emprender un viaje preparamos la maleta con lo indispensable para la ocasión, sin embargo algunos llevamos demasiadas cosas que nos dificulta el desplazamiento. Viajar implica un ir y venir, vulnerabilidad y un poco de estrés por la urgencia de llegar al destino. En cada viaje tenemos un sinfín de vivencias que quedan registradas a través de sensaciones, emociones y sentimientos.

Cada viaje supone una actitud positiva, una mente abierta y el registro de aprendizajes. También incluye el disfrute del encuentro con otras personas y conocer las historias que nos cuentan; la percepción de olores y descubrir otros lugares. Además, nos da una oportunidad de adentrarnos en nuestro interior, convivir con otros y tomar conciencia de que el viaje concluirá, y que regresaremos al lugar de origen.

Lo descrito me remite al proceso psicoterapéutico, pues algunas personas lo viven como un viaje, acompañadas para alcanzar sus objetivos y metas. Con las preguntas, a dónde vas y qué llevas en tu mochila, empiezo a revisar su contenido, para identificar lo que nos corresponde y lo que necesitamos descartar, para continuar el viaje.

Hay quienes se acercan a la psicoterapia con plena conciencia de lo que necesitan y quieren para su viaje. Saben que este proceso tendrá altibajos porque, en ocasiones, implica dolor y dejar en el camino las cosas y experiencias que no les corresponden. También reconocerán los atributos y logros obtenidos en el caminar desde allá y entonces, hasta el aquí y ahora. Hay que soltar lo que no nos corresponde, por ejemplo los rencores y resentimientos representan exceso de equipaje, y al descartarlos viajaremos más ligeros.

Cada viaje es un reto, porque no sabemos lo que pueda ocurrir en el trayecto. Por ello, al regresar es preciso liberar nuestra mochila de lo que incorporamos, para trazar un viaje nuevo. Ahora te exhorto a hacerte estas preguntas: ¿cuál fue tu primer viaje; cuáles fueron tus aprendizajes; qué recuerdas; quiénes te acompañaban; qué fue lo mejor que viviste; qué aprendiste de esa experiencia; recuerdas el tamaño de la mochila que llevabas?

Todos los viajes requieren planeación, dinero, salud y compañía; ingredientes importantes para lograr nuestro objetivo y llegar a la meta. Por tanto, cuando pensamos en un viaje es pertinente reflexionar sobre el propósito. Porque en la sala de espera puede haber cambios que trastoquen nuestra salida.

¿Qué experimentaste en tu viaje más reciente? En mi caso, agradezco la oportunidad de reflexión, porque me permitió valorar todas las posibilidades de disfrutar de lo que no estaba planeado y sucedió. Gracias al retraso del vuelo pude apreciar mis reacciones y observar y escuchar las de quienes me rodeaban; había malestar, enojo, tranquilidad, expresiones de amor de las personas que viajaban juntas y de los responsables de despachar el avión en tiempo y forma.

El proceso psicoterapéutico es un viaje, con escalas, donde damos la bienvenida a los avances y también decidimos despedirnos de personas amadas. En este proceso, a través del cual nos acercamos y humanizamos, experimentamos el miedo, las cicatrices del alma, la tristeza, ansiedad, soledad, el enojo y amor.

En esta experiencia repetimos situaciones, o la vida nos las pone delante una y otra vez, hasta que aprendemos lo que tenemos que aprender. No estamos solos en el viaje, vamos acompañados y contamos con el otro. Si escuchamos con atribución, aprenderemos más de nosotros mismos y de los demás.

Por un mundo de confianza y esperanza.

Buen fin de semana… Confiando22 #contagiabuenavibra #yoaportoenpositivo