/ viernes 26 de enero de 2024

Casos y cosas de la experiencia | El breve espacio…

“Hay amores que perduran más allá de las palabras, más allá de los silencios, más allá de las miradas y que esperan silenciosas revelar toda su magia”.

(Del poema Destino, P. Ocampo)

En el silencio de la noche, escuchar el tintineo de la lluvia, el viento que mueve los árboles, y aspirar el aroma a tierra mojada es una delicia. Este escenario me evoca tantos momentos maravillosos, acompañados por la lluvia, como algunas tardes cuando, durante mi juventud, me paraba frente a ese balcón único y observaba a la bugambilia nutriéndose, para liberar un aroma seductor.

Por otro lado, agradezco la invitación a participar en una gran celebración; los sesenta años de vida matrimonial de Carlos y María Nieves. Esta pareja eligió y decidió integrarse como matrimonio, y dar fruto a una gran familia. Fueron creciendo y desarrollándose, puliendo ese tesoro compartido para entregarlo a sus hijos, nietos y próximos bisnietos. Sus descendientes les rendirán homenaje, y compartirán con familiares y amigos la dicha de contar con sus padres, y así reunirlos en un gran festejo; celebro también su poder de convocatoria.

Ciertamente, la vida de Carlos y María Nieves es un arcoíris que se fue forjando a través de múltiples experiencias, caminando codo a codo para formar a su apreciable familia, y ofrecerle lo mejor de sí mismos. En ese trayecto sus sentimientos de transformaron en actos de amor, sus formas particulares de expresar lo que cada uno vive y le aporta al otro. Hoy, al paso de tantos años, los veo caminar juntos en diversas actividades familiares, expresar a su modo lo que necesitan; han creado un sistema de comunicación que los hace únicos. Sus hijos y familias respectivas son afortunados al contar con su presencia. Sé que tendrán historias que compartir con todos ellos, y éstas iluminarán sus vidas, compartirán lecciones y aprendizajes que integran su existencia.

Al ver a Carlos y María Nieves me pregunto qué hace posible que una pareja permanezca unida tanto tiempo. ¿Cuáles son sus secretos?; ¿cómo aprendieron a combinar sus aciertos y aceptar sus diferencias y sobrellevar sus disputas?; ¿cómo sortearon sus momentos difíciles? Llegaron a este momento de sus vidas, y podrán hacerle frente a lo que viene mostrando amor, cariño, respeto y mutua paciencia, tolerancia y prudencia.

Recuerdo ahora el libro Sentimientos, una compilación de poemas de varios autores; en especial Destino, de Pilar Ocampo. Hay un párrafo que retrata a esta pareja, y dice: “Hay amores que perduran más allá de las palabras, más allá de los silencios, más allá de las miradas y que esperan silenciosas revelar toda su magia”. Quiero mantener viva esa admiración por esta pareja y sobre todo un profundo respeto. Quiero saborear una plática donde ellos, si así lo desean, compartan su travesía y la magia de su amor permanente.

En ese mar que es la vida han sorteado turbulencia, dolores y pérdidas que los han unido más, para navegar en un mar incierto y complejo. Creo que ese compromiso de amor que pactaron, allá y entonces, los hizo libres, han trabajado codo a codo para alimentarlo y fortalecerlo cada día. Seguramente, varias veces le preguntaron al otro qué quieres, qué necesitas, qué vamos hacer al respecto de, cuándo lo haremos. Mantener el rumbo no ha sido tarea fácil, es decir, acordar hacia donde se dirigen y para qué. Podría decir muchas cosas más, pero ahora solo deseo expresar mi agradecimiento por lo que me han compartido. Me he dedicado a percibir, aceptar, comprobar y permanecer atento a su presencia y sus actos.

Llegará el momento del gran festejo, como la primera vez. Celebrar es una oportunidad de agradecer lo que esta pareja tiene para ofrecernos. Que la música nos lleve a revivir tantos momentos, que nos agitan las emociones y los recuerdos; que los abrazos y buenos deseos nos envuelvan y nutran su vida. Las personas pasarán a felicitarles, la música estimulará sus sentidos, la alegría de sus hijos y nietos será un bálsamo de amor para ustedes. Felicidades Carlos y María Nieves.

Sin lugar a dudas, el matrimonio tiene múltiples alternativas y un solo propósito: hacer que sus integrantes crezcan y desarrollen lo mejor de sí mismos.

Por un mundo de esperanza y paz. Buen fin de semana. Año 2024


“Hay amores que perduran más allá de las palabras, más allá de los silencios, más allá de las miradas y que esperan silenciosas revelar toda su magia”.

(Del poema Destino, P. Ocampo)

En el silencio de la noche, escuchar el tintineo de la lluvia, el viento que mueve los árboles, y aspirar el aroma a tierra mojada es una delicia. Este escenario me evoca tantos momentos maravillosos, acompañados por la lluvia, como algunas tardes cuando, durante mi juventud, me paraba frente a ese balcón único y observaba a la bugambilia nutriéndose, para liberar un aroma seductor.

Por otro lado, agradezco la invitación a participar en una gran celebración; los sesenta años de vida matrimonial de Carlos y María Nieves. Esta pareja eligió y decidió integrarse como matrimonio, y dar fruto a una gran familia. Fueron creciendo y desarrollándose, puliendo ese tesoro compartido para entregarlo a sus hijos, nietos y próximos bisnietos. Sus descendientes les rendirán homenaje, y compartirán con familiares y amigos la dicha de contar con sus padres, y así reunirlos en un gran festejo; celebro también su poder de convocatoria.

Ciertamente, la vida de Carlos y María Nieves es un arcoíris que se fue forjando a través de múltiples experiencias, caminando codo a codo para formar a su apreciable familia, y ofrecerle lo mejor de sí mismos. En ese trayecto sus sentimientos de transformaron en actos de amor, sus formas particulares de expresar lo que cada uno vive y le aporta al otro. Hoy, al paso de tantos años, los veo caminar juntos en diversas actividades familiares, expresar a su modo lo que necesitan; han creado un sistema de comunicación que los hace únicos. Sus hijos y familias respectivas son afortunados al contar con su presencia. Sé que tendrán historias que compartir con todos ellos, y éstas iluminarán sus vidas, compartirán lecciones y aprendizajes que integran su existencia.

Al ver a Carlos y María Nieves me pregunto qué hace posible que una pareja permanezca unida tanto tiempo. ¿Cuáles son sus secretos?; ¿cómo aprendieron a combinar sus aciertos y aceptar sus diferencias y sobrellevar sus disputas?; ¿cómo sortearon sus momentos difíciles? Llegaron a este momento de sus vidas, y podrán hacerle frente a lo que viene mostrando amor, cariño, respeto y mutua paciencia, tolerancia y prudencia.

Recuerdo ahora el libro Sentimientos, una compilación de poemas de varios autores; en especial Destino, de Pilar Ocampo. Hay un párrafo que retrata a esta pareja, y dice: “Hay amores que perduran más allá de las palabras, más allá de los silencios, más allá de las miradas y que esperan silenciosas revelar toda su magia”. Quiero mantener viva esa admiración por esta pareja y sobre todo un profundo respeto. Quiero saborear una plática donde ellos, si así lo desean, compartan su travesía y la magia de su amor permanente.

En ese mar que es la vida han sorteado turbulencia, dolores y pérdidas que los han unido más, para navegar en un mar incierto y complejo. Creo que ese compromiso de amor que pactaron, allá y entonces, los hizo libres, han trabajado codo a codo para alimentarlo y fortalecerlo cada día. Seguramente, varias veces le preguntaron al otro qué quieres, qué necesitas, qué vamos hacer al respecto de, cuándo lo haremos. Mantener el rumbo no ha sido tarea fácil, es decir, acordar hacia donde se dirigen y para qué. Podría decir muchas cosas más, pero ahora solo deseo expresar mi agradecimiento por lo que me han compartido. Me he dedicado a percibir, aceptar, comprobar y permanecer atento a su presencia y sus actos.

Llegará el momento del gran festejo, como la primera vez. Celebrar es una oportunidad de agradecer lo que esta pareja tiene para ofrecernos. Que la música nos lleve a revivir tantos momentos, que nos agitan las emociones y los recuerdos; que los abrazos y buenos deseos nos envuelvan y nutran su vida. Las personas pasarán a felicitarles, la música estimulará sus sentidos, la alegría de sus hijos y nietos será un bálsamo de amor para ustedes. Felicidades Carlos y María Nieves.

Sin lugar a dudas, el matrimonio tiene múltiples alternativas y un solo propósito: hacer que sus integrantes crezcan y desarrollen lo mejor de sí mismos.

Por un mundo de esperanza y paz. Buen fin de semana. Año 2024