/ viernes 6 de agosto de 2021

Casos y cosas de la experiencia | Esto no va a funcionar

Lo que se nos enseña, ¿debe ser divertido, rentable, útil e interesante?

En fecha reciente, mientras impartía un taller de formación a personal de servicio, reflexioné sobre qué ocurre con los participantes cuando no están motivados para generar y aprender conocimientos nuevos acerca de la actividad que realizan. Esto debido a un comentario que escuché de uno de ellos: “Esto no va a funcionar; siempre es lo mismo, nos envían a nosotros y ellos no toman el taller”.

Es verdad que algunos llegan malhumorados o indispuestos, aunque también hay quienes tienen la disposición de encontrar algo nuevo, y lo ven como una oportunidad. Es cuando los facilitadores, hacemos acopio de nuestra experiencia, y utilizamos las técnicas y herramientas para que lo expuesto sea divertido, rentable, útil e interesante (concepto abreviado en la sigla DRUI). Y, te preguntarás, ¿qué es eso y en qué consiste?

Hace un par de años me capacité como facilitador y formador de capital humano, entonces redescubrí recursos que había dejado de lado. Justo ahora utilizo el DRUI; y ubico este concepto en el contexto que nos ocupa: la formación de personal. Lo que intento ofrecer a los participantes, y en ocasiones lo logro, es presentar un material de apoyo que sea divertido, rentable, útil e interesante. Para alcanzar esa combinación se requiere diseñar el material acorde con las necesidades del público al que va dirigido.

Es cierto que enfocarse en esa tarea consume tiempo, esfuerzo y pasión para asegurar el objetivo del taller, curso o seminario. Utilizar imágenes, videos, frases o ejercicios vivenciales exige cuidado porque, en ocasiones, algún asistente se molesta o no le parece que se emplee cierta imagen o frase porque ofende. Esto de formar gente tiene sus bemoles; no es tarea fácil desarrollar habilidades o actitudes en las personas, para lograr un objetivo determinado y, sobre todo, conseguirlo con un material que sea divertido.

Por consiguiente, como facilitador constantemente debo hacer acopio de la imaginación, creatividad y experiencia para crear contenidos atractivos. Además de estar atento a la retroalimentación de los participantes sobre lo que pueda motivarlos a hacer una reflexión o emprender alguna acción. Es aquí donde hago énfasis en lo rentable, pues es preciso que su aplicación sea útil tanto en su trabajo como en su vida personal.

La utilidad del conocimiento, habilidad y actitud deben manifestarse de forma inmediata, es decir, que el dicho y el hecho reflejen congruencia. Por ello me gusta involucrar y comprometer a los asistentes en diversos ejercicios vivenciales acordes al tema que se trata. Sin lugar a dudas, la formación me resulta interesante porque es el encuentro con otras personas, su experiencia y conocimientos, que son vitales para el crecimiento y desarrollo personal y profesional.

Entonces, ¿para qué sirve el DRUI? Contribuye a establecer prioridades y descartar actividades que no agregan valor en el plano personal ni en el profesional. Ciertamente, algunos eventos serán divertidos, rentables, útiles e interesantes, en otros puede faltar alguno de estos elementos. Sin embargo, creo que algo se queda en la mente de los participantes, ya que en varias ocasiones, que he vuelto a coincidir con algunos, me han compartido que hubo algo que les gustó o contribuyó a su bienestar en algún otro evento en el que fungí como facilitador.

Sabes, en el caminar diario, lo que observo y escucho me permite pensar en esas cosas o actividades que podría emplear en algún evento de formación. Otro aspecto útil es la variedad de lecturas que disfruto; las series o películas que, en ocasiones, puedo gozar. De todo puedo extraer aprendizaje.

Por eso insisto en romper con el mensaje de “no va a funcionar”. La experiencia cambia tus creencias. La formación de las personas es un desafío constante, por ello me preparo continuamente, para disfrutar ese encuentro.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo

Lo que se nos enseña, ¿debe ser divertido, rentable, útil e interesante?

En fecha reciente, mientras impartía un taller de formación a personal de servicio, reflexioné sobre qué ocurre con los participantes cuando no están motivados para generar y aprender conocimientos nuevos acerca de la actividad que realizan. Esto debido a un comentario que escuché de uno de ellos: “Esto no va a funcionar; siempre es lo mismo, nos envían a nosotros y ellos no toman el taller”.

Es verdad que algunos llegan malhumorados o indispuestos, aunque también hay quienes tienen la disposición de encontrar algo nuevo, y lo ven como una oportunidad. Es cuando los facilitadores, hacemos acopio de nuestra experiencia, y utilizamos las técnicas y herramientas para que lo expuesto sea divertido, rentable, útil e interesante (concepto abreviado en la sigla DRUI). Y, te preguntarás, ¿qué es eso y en qué consiste?

Hace un par de años me capacité como facilitador y formador de capital humano, entonces redescubrí recursos que había dejado de lado. Justo ahora utilizo el DRUI; y ubico este concepto en el contexto que nos ocupa: la formación de personal. Lo que intento ofrecer a los participantes, y en ocasiones lo logro, es presentar un material de apoyo que sea divertido, rentable, útil e interesante. Para alcanzar esa combinación se requiere diseñar el material acorde con las necesidades del público al que va dirigido.

Es cierto que enfocarse en esa tarea consume tiempo, esfuerzo y pasión para asegurar el objetivo del taller, curso o seminario. Utilizar imágenes, videos, frases o ejercicios vivenciales exige cuidado porque, en ocasiones, algún asistente se molesta o no le parece que se emplee cierta imagen o frase porque ofende. Esto de formar gente tiene sus bemoles; no es tarea fácil desarrollar habilidades o actitudes en las personas, para lograr un objetivo determinado y, sobre todo, conseguirlo con un material que sea divertido.

Por consiguiente, como facilitador constantemente debo hacer acopio de la imaginación, creatividad y experiencia para crear contenidos atractivos. Además de estar atento a la retroalimentación de los participantes sobre lo que pueda motivarlos a hacer una reflexión o emprender alguna acción. Es aquí donde hago énfasis en lo rentable, pues es preciso que su aplicación sea útil tanto en su trabajo como en su vida personal.

La utilidad del conocimiento, habilidad y actitud deben manifestarse de forma inmediata, es decir, que el dicho y el hecho reflejen congruencia. Por ello me gusta involucrar y comprometer a los asistentes en diversos ejercicios vivenciales acordes al tema que se trata. Sin lugar a dudas, la formación me resulta interesante porque es el encuentro con otras personas, su experiencia y conocimientos, que son vitales para el crecimiento y desarrollo personal y profesional.

Entonces, ¿para qué sirve el DRUI? Contribuye a establecer prioridades y descartar actividades que no agregan valor en el plano personal ni en el profesional. Ciertamente, algunos eventos serán divertidos, rentables, útiles e interesantes, en otros puede faltar alguno de estos elementos. Sin embargo, creo que algo se queda en la mente de los participantes, ya que en varias ocasiones, que he vuelto a coincidir con algunos, me han compartido que hubo algo que les gustó o contribuyó a su bienestar en algún otro evento en el que fungí como facilitador.

Sabes, en el caminar diario, lo que observo y escucho me permite pensar en esas cosas o actividades que podría emplear en algún evento de formación. Otro aspecto útil es la variedad de lecturas que disfruto; las series o películas que, en ocasiones, puedo gozar. De todo puedo extraer aprendizaje.

Por eso insisto en romper con el mensaje de “no va a funcionar”. La experiencia cambia tus creencias. La formación de las personas es un desafío constante, por ello me preparo continuamente, para disfrutar ese encuentro.

Buen fin de semana… Conesperanza-21

#contagiabuenavibra

#yoaportoenpositivo