/ viernes 2 de febrero de 2024

Casos y cosas de la experiencia | Pequeñas dosis

¿Existe algo que prevenga el desatino en la pareja?

En la tranquilidad de la madrugada, acompañado de música e ideas que se entrelazan, redacto este artículo semanal. De inmediato surge un tema muy socorrido y prioritario en el consultorio: los conflictos de pareja causados por el desamor. En ocasiones es el último recurso de la pareja para “ver si podemos rescatar nuestra relación”. Cierto es que para cada persona y pareja, el amor es difícil de definir y precisar. Tanto se habla de éste que los filósofos, antropólogos, sociólogos, psicólogos y poetas, entre otros, han dedicado tiempo y esfuerzo en definirlo. Además, en la música y películas se expresa de tantas formas que genera múltiples respuestas.

Entonces, ¿por qué existen tantos problemas en las relaciones de pareja? ¿Hay alguna guía práctica que contribuya a la mejora de ese elemento que vive en las personas y los conduce a formar relaciones de diversa índole?

Podríamos encontrar referentes en películas, que retratan al amor romántico, libre o cuántico, entre otros. Recuerdas, Ghost, la sombra del amor, Nace una estrella, Shrek, Mejor imposible, El amor en los tiempos del cólera, Más allá del Universo, y muchas más. Las canciones románticas de ayer y hoy, los poemas que aclaman al amor y los que mueren por amor, por ejemplo, Amor desolado, de Alberto Cortez.

Entonces, el amor es más que los sentimientos, es lo que hacemos; hay que estar siempre atentos a fortalecer la relación en la que nos encontramos. El amor es algo vivo y como tal puede morir. Por ello hay que vivirlo plenamente el tiempo que lo tengamos, desde el amor a mí mismo hasta el amor por otra persona. Por tanto, no olvidemos que avivar la llama del fuego del amor requiere acción continua. Esto implica que, si queremos una relación sana y significativa, tenemos que dar y recibir una dosis diaria de gestos y/o actos de amor. Por ejemplo detalles y cosas sencillas de realizar por ti y por la otra persona.

Miroslava y Enrique decidieron darse un tiempo para revisar su relación, y luego renovarse o morir como pareja. No fue una elección y decisión fácil, pues llevan juntos algunas décadas y tienen hijos.

Primero relataron como se conocieron, se integraron como pareja de “novios” y después como formalizaron su relación; todo era una lluvia fresca que los envolvía y producía una alegría inacabable. Pero no estuvieron atentos al pronóstico meteorológico del amor, y apareció una tormenta tras otra, truenos y centellas, calor y frío intensos que fueron deteriorando su relación. Y ahora se advertía un distanciamiento físico y emocional entre ellos. Lo que antes favorecía la atracción fue perdiendo interés y, por supuesto, la distancia física y emocional abrió un vacío entre los dos. Al concluir el día evitaban verse, charlar o si sucedía algo eran discusiones, críticas y acusaciones. Llegaron a convertirse en socios laborales o roommates.

Enrique se mostró vulnerable ante algunos amigos, al compartirles lo que sucedía en su relación, y quedó sorprendido al descubrir que era algo común. Gerardo le comentó que él y su pareja acudieron a acompañamiento psicoterapéutico. Y eso fue el comienzo de un proceso de cambio en la pareja; implica corresponsabilidad. Después de un tiempo, Miroslava y Enrique fluyeron como un río que va al mar, y en el trayecto va ajustándose y sorteando las piedras del camino.

Por tanto, retoman esa curiosidad por conocerse, aquí y ahora, porque son diferentes; están creciendo y madurando individualmente y en pareja. Es importante reconocer la relevancia del cariño y la admiración mutua, y expresar estos sentimientos en palabras sencillas y llanas, en voz alta y con frecuencia. Otro elemento clave es la conexión y contacto, darse espacios para compartir momentos gratos, de apoyo y ayuda mutua.

Ahora nos falta enfocarnos en la relación, porque existen infinidad de distractores, sin embargo, hagamos una pausa y prioricemos nuestra relación de pareja. No desaparecerán los problemas o conflictos, solo que aprenderemos a gestionarlos y serán un detonador del cambio y mejora.

Sin lugar a dudas, el amor tiene múltiples definiciones y un solo propósito: hacer que sus integrantes crezcan y desarrollen la mejor versión de sí mismos.


¿Existe algo que prevenga el desatino en la pareja?

En la tranquilidad de la madrugada, acompañado de música e ideas que se entrelazan, redacto este artículo semanal. De inmediato surge un tema muy socorrido y prioritario en el consultorio: los conflictos de pareja causados por el desamor. En ocasiones es el último recurso de la pareja para “ver si podemos rescatar nuestra relación”. Cierto es que para cada persona y pareja, el amor es difícil de definir y precisar. Tanto se habla de éste que los filósofos, antropólogos, sociólogos, psicólogos y poetas, entre otros, han dedicado tiempo y esfuerzo en definirlo. Además, en la música y películas se expresa de tantas formas que genera múltiples respuestas.

Entonces, ¿por qué existen tantos problemas en las relaciones de pareja? ¿Hay alguna guía práctica que contribuya a la mejora de ese elemento que vive en las personas y los conduce a formar relaciones de diversa índole?

Podríamos encontrar referentes en películas, que retratan al amor romántico, libre o cuántico, entre otros. Recuerdas, Ghost, la sombra del amor, Nace una estrella, Shrek, Mejor imposible, El amor en los tiempos del cólera, Más allá del Universo, y muchas más. Las canciones románticas de ayer y hoy, los poemas que aclaman al amor y los que mueren por amor, por ejemplo, Amor desolado, de Alberto Cortez.

Entonces, el amor es más que los sentimientos, es lo que hacemos; hay que estar siempre atentos a fortalecer la relación en la que nos encontramos. El amor es algo vivo y como tal puede morir. Por ello hay que vivirlo plenamente el tiempo que lo tengamos, desde el amor a mí mismo hasta el amor por otra persona. Por tanto, no olvidemos que avivar la llama del fuego del amor requiere acción continua. Esto implica que, si queremos una relación sana y significativa, tenemos que dar y recibir una dosis diaria de gestos y/o actos de amor. Por ejemplo detalles y cosas sencillas de realizar por ti y por la otra persona.

Miroslava y Enrique decidieron darse un tiempo para revisar su relación, y luego renovarse o morir como pareja. No fue una elección y decisión fácil, pues llevan juntos algunas décadas y tienen hijos.

Primero relataron como se conocieron, se integraron como pareja de “novios” y después como formalizaron su relación; todo era una lluvia fresca que los envolvía y producía una alegría inacabable. Pero no estuvieron atentos al pronóstico meteorológico del amor, y apareció una tormenta tras otra, truenos y centellas, calor y frío intensos que fueron deteriorando su relación. Y ahora se advertía un distanciamiento físico y emocional entre ellos. Lo que antes favorecía la atracción fue perdiendo interés y, por supuesto, la distancia física y emocional abrió un vacío entre los dos. Al concluir el día evitaban verse, charlar o si sucedía algo eran discusiones, críticas y acusaciones. Llegaron a convertirse en socios laborales o roommates.

Enrique se mostró vulnerable ante algunos amigos, al compartirles lo que sucedía en su relación, y quedó sorprendido al descubrir que era algo común. Gerardo le comentó que él y su pareja acudieron a acompañamiento psicoterapéutico. Y eso fue el comienzo de un proceso de cambio en la pareja; implica corresponsabilidad. Después de un tiempo, Miroslava y Enrique fluyeron como un río que va al mar, y en el trayecto va ajustándose y sorteando las piedras del camino.

Por tanto, retoman esa curiosidad por conocerse, aquí y ahora, porque son diferentes; están creciendo y madurando individualmente y en pareja. Es importante reconocer la relevancia del cariño y la admiración mutua, y expresar estos sentimientos en palabras sencillas y llanas, en voz alta y con frecuencia. Otro elemento clave es la conexión y contacto, darse espacios para compartir momentos gratos, de apoyo y ayuda mutua.

Ahora nos falta enfocarnos en la relación, porque existen infinidad de distractores, sin embargo, hagamos una pausa y prioricemos nuestra relación de pareja. No desaparecerán los problemas o conflictos, solo que aprenderemos a gestionarlos y serán un detonador del cambio y mejora.

Sin lugar a dudas, el amor tiene múltiples definiciones y un solo propósito: hacer que sus integrantes crezcan y desarrollen la mejor versión de sí mismos.