/ viernes 8 de octubre de 2021

Casos y cosas de la experiencia | ¿Por qué la pareja podría estar insatisfecha?

A mis 63 años he tenido la fortuna de vivir algunos cambios y transformaciones en la historia de la pareja. He apreciado su evolución y vivido de cerca sus ajustes para “adaptarse” a las demandas del entorno. Podemos conocer sus necesidades a través de diversos estudios (encuestas, cuestionarios, entrevistas, etcétera), donde sobresale el tema de la insatisfacción. Ésta pone de manifiesto situaciones como molestias acumuladas, conflictos o eventos emocionales intensos que alteran la estabilidad de uno de los integrantes o de ambos. Hay otros factores, como los siguientes, que también influyen en la interacción: ansiedad, depresión, infidelidad, violencia, uso y abuso del poder, celos, historia personal y forma de reaccionar ante todo lo que sucede.

Entonces, ¿por qué la pareja podría estar insatisfecha? Existen múltiples causas. ¿Cuáles serían tus razones para sentir insatisfacción en tu relación? ¿Has hablado con tu pareja acerca de cómo te sientes? ¿Cómo se puede rescatar a la pareja cuando la invade la insatisfacción?

He visto sufrir a las parejas que asisten a psicoterapia tratando de “resolver” o “disolver” su relación. Algunas tienen claro lo que les sucede, y saben en qué momento se perdieron en el camino. Otras no tienen conciencia de lo que les molesta o incomoda, y tratan de culpar al otro de su desventura.

También he tenido la fortuna de acompañar a algunas parejas que se preparan para la convivencia, y para definir lo que cada integrante espera de la relación, establecer acuerdos y trazar el rumbo a seguir. Es claro que saben que el camino no siempre es recto, que tiene altibajos y que requerirá de todos sus recursos para volver a la ruta establecida, y algún día llegar a su destino.

Como seres humanos estamos destinados a vivir y convivir con los demás. Por ello interactuamos y buscamos lo que le otorgue sentido a nuestra existencia. Relacionarnos con otros le da fuerza, dirección y significado a los objetivos y metas trazadas. En este camino podremos obtener dicha, felicidad y hasta dolor emocional. Como podemos apreciar, las relaciones interpersonales son un punto clave en el desarrollo y crecimiento individual.

Estas reflexiones me condujeron a revisar algunos conceptos sobre la satisfacción en la relación de pareja. Por ejemplo, Diaz-Loving (1990) se refiere a la percepción y evaluación que cada persona hace de su compañero sentimental y de la relación propia.

Uno de los tópicos más estudiados desde hace mucho tiempo y con frecuencia es la calidad, ajuste o satisfacción marital (Locke y Wallace, 1959). Este tema también ha recibido atención especial en el estudio de las relaciones personales, al considerársele un indicador de la estabilidad y felicidad de una relación de pareja (Hicks y Platt, 1970).

Por lo tanto, algunos estudios versan sobre un proceso de evaluación global y subjetiva que se hace del cónyuge y su relación. Otros más plantean el ajuste marital en términos de acomodación al cónyuge, lo que sugiere un proceso de ajuste de la diada, más que una actitud individual.

Podemos continuar con algunos aportes de estudiosos sobre la pareja, sin embargo, cada una define su relación y los atributos que contribuirán a su bienestar y felicidad. Continuaré preparándome para acompañar a las parejas en su proceso de llegar a ser lo que definan como pareja. Atenderé las señales del camino, sus necesidades, objetivos y metas.

Esto me recuerda el poema Mis metas, de V. Satir: “Quiero amarte sin absorberte, apreciarte sin juzgarte, unirme a ti sin esclavizarte, invitarte sin exigirte, dejarte sin sentirme culpable, criticarte sin herirte y ayudarte sin menospreciarte. Si puedes hacer lo mismo por mí entonces nos habremos conocido verdaderamente y podremos beneficiarnos mutuamente”.

Estar en contacto incluye a dos personas simultáneamente y a tres partes. Cada una en contacto con él o ella misma y también con el otro.


A mis 63 años he tenido la fortuna de vivir algunos cambios y transformaciones en la historia de la pareja. He apreciado su evolución y vivido de cerca sus ajustes para “adaptarse” a las demandas del entorno. Podemos conocer sus necesidades a través de diversos estudios (encuestas, cuestionarios, entrevistas, etcétera), donde sobresale el tema de la insatisfacción. Ésta pone de manifiesto situaciones como molestias acumuladas, conflictos o eventos emocionales intensos que alteran la estabilidad de uno de los integrantes o de ambos. Hay otros factores, como los siguientes, que también influyen en la interacción: ansiedad, depresión, infidelidad, violencia, uso y abuso del poder, celos, historia personal y forma de reaccionar ante todo lo que sucede.

Entonces, ¿por qué la pareja podría estar insatisfecha? Existen múltiples causas. ¿Cuáles serían tus razones para sentir insatisfacción en tu relación? ¿Has hablado con tu pareja acerca de cómo te sientes? ¿Cómo se puede rescatar a la pareja cuando la invade la insatisfacción?

He visto sufrir a las parejas que asisten a psicoterapia tratando de “resolver” o “disolver” su relación. Algunas tienen claro lo que les sucede, y saben en qué momento se perdieron en el camino. Otras no tienen conciencia de lo que les molesta o incomoda, y tratan de culpar al otro de su desventura.

También he tenido la fortuna de acompañar a algunas parejas que se preparan para la convivencia, y para definir lo que cada integrante espera de la relación, establecer acuerdos y trazar el rumbo a seguir. Es claro que saben que el camino no siempre es recto, que tiene altibajos y que requerirá de todos sus recursos para volver a la ruta establecida, y algún día llegar a su destino.

Como seres humanos estamos destinados a vivir y convivir con los demás. Por ello interactuamos y buscamos lo que le otorgue sentido a nuestra existencia. Relacionarnos con otros le da fuerza, dirección y significado a los objetivos y metas trazadas. En este camino podremos obtener dicha, felicidad y hasta dolor emocional. Como podemos apreciar, las relaciones interpersonales son un punto clave en el desarrollo y crecimiento individual.

Estas reflexiones me condujeron a revisar algunos conceptos sobre la satisfacción en la relación de pareja. Por ejemplo, Diaz-Loving (1990) se refiere a la percepción y evaluación que cada persona hace de su compañero sentimental y de la relación propia.

Uno de los tópicos más estudiados desde hace mucho tiempo y con frecuencia es la calidad, ajuste o satisfacción marital (Locke y Wallace, 1959). Este tema también ha recibido atención especial en el estudio de las relaciones personales, al considerársele un indicador de la estabilidad y felicidad de una relación de pareja (Hicks y Platt, 1970).

Por lo tanto, algunos estudios versan sobre un proceso de evaluación global y subjetiva que se hace del cónyuge y su relación. Otros más plantean el ajuste marital en términos de acomodación al cónyuge, lo que sugiere un proceso de ajuste de la diada, más que una actitud individual.

Podemos continuar con algunos aportes de estudiosos sobre la pareja, sin embargo, cada una define su relación y los atributos que contribuirán a su bienestar y felicidad. Continuaré preparándome para acompañar a las parejas en su proceso de llegar a ser lo que definan como pareja. Atenderé las señales del camino, sus necesidades, objetivos y metas.

Esto me recuerda el poema Mis metas, de V. Satir: “Quiero amarte sin absorberte, apreciarte sin juzgarte, unirme a ti sin esclavizarte, invitarte sin exigirte, dejarte sin sentirme culpable, criticarte sin herirte y ayudarte sin menospreciarte. Si puedes hacer lo mismo por mí entonces nos habremos conocido verdaderamente y podremos beneficiarnos mutuamente”.

Estar en contacto incluye a dos personas simultáneamente y a tres partes. Cada una en contacto con él o ella misma y también con el otro.